Para las empresas, el concepto de viralidad es algo así como
el santo grial: algo sagrado que buscar sin descanso. Y es que la popularización
de las redes sociales ha permitido introducir nuevas formas de difundir un
mensaje mucho más naturales y eficaces. Eso sí, conseguir que los usuarios
compartan un contenido no es nada fácil, ya que –evidentemente- responden a sus
propios intereses y no a los de la empresa.
Por eso conocer las motivaciones que lleva a la gente a
compartir cosas online, ya sea en las redes sociales o a través del email, es
fundamental para crear contenidos susceptibles de convertirse en virales. Un
informe de The New York Times Customer Insight Group de algunas de las claves,
después de llevar a cabo un estudio que incluía encuestas a más de 2500
internautas.
Lo primero en lo que hace hincapié el informe es que
compartir contenidos o información es algo que forma parte de la naturaleza
humana, simplemente que las redes sociales han multiplicado la velocidad, la
cantidad y la audiencia de esos contenidos compartidos. Si antes tus
comentarios solo llegaban a los tres amigos con los que estuvieses hablando, en
Facebook el potencial es cien veces mayor. Pero las motivaciones siguen siendo
exactamente las mismas.
Para empezar, entretener o informar a los demás con
contenido de valor: el 94% de los internautas considera cuidadosamente cómo
puede ser útil a los receptores la información que comparte, y el 49% dice que
compartir le permite informar a los otros de productos que le importan y así
animar a probarlos.
Pero además, elegimos lo que compartimos para expresar
nuestro “yo” y definirnos delante del resto. Así, un 68% de los encuestados
afirma que comparte contenidos para explicar quienes son y qué es lo que les
importa. También compartimos para estrechar relaciones, ya que 7 de cada 10
internautas sienten que compartir información online les hace sentirse
conectados con las gente que les lee, y con los que quizá no están en contacto
de otras maneras.
Otras dos razones clave para compartir son el sentirse
realizado (compartir nos hace sentirnos más implicados en el mundo) o la
posibilidad de difundir buenas causas o cosas en las que creemos. En
definitiva, compartir tiene mucho que ver con la forma de relacionarse, y eso
es algo que las marcas no deben perder de vista.
Por otro lado, el estudio también pone de manifiesto que
compartir información es, en cierta manera, un modo de gestionarla. El 73%
afirmó que compartir contenidos les ayuda a procesar información de forma más
profunda, y un 85% que leer respuestas de otras personas les ayuda a entender
mejor la información.
Tipos de “compartidores”
Aunque hay motivaciones comunes que nos llevan a todos a
desear compartir contenidos (al fin y al cabo, somos animales sociales),
también se pueden observar diferentes tipologías de personas en cuanto a lo que
les gusta compartir.
El estudio, por ejemplo, define 6 tipos diferentes de
personas, en función de sus motivaciones, la importancia que compartir online
tiene en su vida, o la imagen que quieren transmitir.
Así, estarían los altruistas (comparten contenido útil y que
les parece de confianza) los profesionales (usan las redes sociales como una herramienta
para construir su carrera profesional), los hipsters (aman los contenidos
creativos y que “molen”), los boomerang (les gusta publicar contenidos
polémicos generen una reacción), los conectores (usan las redes sociales para
proponer planes) y los selectivos (comparten pocas cosas y generalmente solo
con las personas en concreto que creen que las considerarán de interés).
La fórmula para el éxito, según el informe, es la siguiente:
hacer hincapié en la motivación del consumidor de relacionarse con otras
personas (y no solo con la marca), generar contenidos que sean verdad y
parezcan fiables, apostar por la sencillez, apelar al sentido del humor, dar
cierta sensación de urgencia y responder a los comentarios.
Fuente: PuroMarketing
Fuente: PuroMarketing
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